Capítulo 6 - Más despedidas

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Me he levantado muerto de sueño. Pero se me ha pasado pronto. En la nos han dicho quién se quedaría y quién no en la clase en la que estamos, porque van a reorganizarla. Nos quedamos todos excepto uno, que es el que mejor me caía de todos. Él no se quiere cambiar y el lunes verá si puede o no quedarse donde está.

Hoy hemos tenido a Craig, el mejor profesor de todo el Cambridge. Y la clase ha sido sinceramente excelente. Nos hacía pensar mucho, pero no ha sido aburrida. Creo que he aprendido más cosas en las primeras dos horas con él, que en 3 días con los otros. En fin, el lunes nos dirán quién es nuestro profesor, pero me temo que no nos toca él.

Hay dos chicos más y dos chicas más. Uno de cada sexo no me gusta y el otro sí. Creo que nos ha tocado el chico que lo hace bien y el chico que lo hace mal. Pero bueno, más vale eso que los dos malos.

Por cierto, nos han puesto muchos deberes para el fin de semana, y por lo que se ve, todos los fines de semana serán así.

Como ayer cené paella en el restaurante, me puse la cena de casa en un tupper y me la he traído hoy para comer.

Después de las clases, he visto que estaban algunos jugando al voley y me he unido al grupo. Estaba esperando la llamada de los del restaurante que, finalmente, no llegaría. Jordi me dijo que llamase yo si quería insistir pero... qué quieres que te diga, si me llamaban bien, sino, no pensaba insisitir y utilizaba el viernes para mí.

Al finalizar el voley, que ha sido una castaña porque, ni se puntuaba, ni se rotaba, ni nada. Y eso hace que se haga más aburrido, pero la mayoría era la primera vez que jugaban así que... así se quedó. Decía que después del voley me fui a casa a ducharme, cenar y arreglarme, porque Melissa se iba hoy a las 4:00 de la mañana y hacía como una fiesta de despedida en Mowbray Park, como es tradición.

Busqué por Internet para ver cómo podía ir en autobús y fui hasta la parada. Para ello anduve como media hora y llegué 10 minutos tarde. Había gente en la parada, les pregunté y me dijeron que tenía suerte porque aún no había pasado.

Después de 20 minutos, el autobús seguía sin venir y decidí marcharme. Entonces apareció Murphy y cuando llevaba dos calles, zas! apareció y lo vi pasar por delante de mis narices. Me tocó caminar una hora hasta el parque.

Cuando llegué estaba Beat, Janine, Melissa, Jack, Emi y todo Shafston allí. También los nuevos suizos que se han incorporado ahora al grupo.

Cervezas, charlas, risas, escribir en el libro de amigos, estar tumbado en el césped... y zas! Me mordió una hormiga. Minutos antes Melissa se quejó de que le había picado algo en la pierna y que le dolía. No sabíamos qué era y entonces yo me noto un pinchazo en la barrigam me levanto la camiseta y me quito la hormiga que tenía. No dolía, pero escocía. A la media hora se me pasó. La hormiga era negra, así que no le dimos importancia.

A las 3 de la mañana llamé al servicio de autobuses preguntandoles si tenía alguna combinación para ir a mi casa y me dijeron que no, ni una. Así que empecé a andar y al primer taxi que pasó le hice una señal y me fui a casa por 15 dólares.

Serían las 4 y estaba muerto. Mañana toca surf con Jason y Johanna.