Capítulo 5 - Brisbane Forest Park

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Por la mañana me llama Andy a la puerta de la habitación porque me había quedado dormido.

Se supone que si cogemos el de las 8:30, a las 9:05 estamos en el centro. Nuestro objetivo es coger un autobús que sale a las 9:17 desde “King George Square” y nos lleva hasta el ferry, por lo que... si todo sale bien, llegamos a tiempo.

El autobús llega a su hora, pero tarda en el camino y llegamos a las 9:10 al centro. Corremos para llegar al "King Geroge Square" y cuando llegamos Andy y yo (David ya estaba allí) bajamos a la parada 2A que es desde donde sale según las pantallas informativas.

Una vez bajo, en la misma parada, hay 2 televisores. En uno de ellos pone que nuestro autobús (el 185) viene enseguida. En la de al lado, que ahí sólo paran los autobuses que van a la siguiente parada, y no más.

Eso nos confunde, pero si en una tele pone que el autobús llega, es porque llega. Entonces vemos en la calle de enfrente que llega nuestro autobús. David sale corriendo a por él, dice que igual ese es el nuestro. Cuando llega a la otra calle, aparece otro autobús 185 en nuestra calle. Para, y me pongo delante de él para gritarle a David que aquí hay otro, que venga. El conductor se mosquea mucho porque me he salido de mi zona (una norma muy importante) e incluso me pita con el claxon y me dice cosas hablando muy rápido, de manera que no entiendo nada. Le pido disculpas. Cierra la puerta y se va. En eso aparece David, "¿pero... y el bus?". Pues nada, no nos ha querido esperar.

Le digo a David que no se preocupe que en 15 minutos viene otro, según marcaban las teles. Y David se pone a maldecir y dar golpes a todo diciendo que no, que ahora nos toca esperarnos una hora porque el resto de autobuses no van allí. Sólo pasan cada hora.

Decidimos irnos a desayunar, mientras esperamos. Estamos en el centro, así que es fácil encontrar una cafetería. Unas tostadas, fruta y un vaso de leche con cereales. En la tele, la repetición del partido At. Madrid – Real Madrid (vaya suerte tuvo el Madrid...).

Volvemos a la estación y aparece el bus con otro conductor (menos mal). Le decimos que queremos ir al Brisbane Forest Park y nos dice que no es ahí, que es en el otro lado. Le ponemos cara de “¿QUE QUÉ?” y nos dice. Bien, podemos hacer otra cosa. Subís en este, os llevo hasta la siguiente parada que es la última. Os cambiáis de acera y cuando vuelva a pasar yo, os subís y ya os dejo a 5 minutos de allí.

Pues eso hicimos. Nos dejó en otra parada, nos bajamos y cruzamos la acera. A los 5 minutos volvió a aparecer y subimos. Ahora sí, pagamos y nos vamos. Un poco absurdo, pero así fue.

Cuando llegamos, seguimos una carretera y en 5 minutos andando llegamos al Bosque. Había una especie de recepción, donde David se acercó para pedir un mapa. Andy se fue al aseo y yo, mientras esperaba, me hice amigo del bicho este de la foto de la izquieda.


El principio fue sencillo, sólo teníamos que seguir las señales y hacer senderismo disfrutando del paisaje. Es increíble el echo de tener un bosque tan inmenso a sólo 5-10km. de una monstruosa ciudad como es Brisbane y no escuchar absolutamente ningún ruido más que los que hay en el bosque.


Brisbane Forest Park es muy muy grande, y sólo se puede acceder a sus mejores sitios en coche. Sin embargo hay habilitadas algunas rutas para hacer a pie que, aún no siendo las mejores del parque, son fabulosas. Son las que os voy a ir mostrando ahora. Espero volver otro día con un coche alquilado y poder ver el resto.


A pocos metros del principio, nos encontramos un lago que tendríamos que rodear para poder seguir. Lo primero que vimos en el lago fue una tortuga xD

Podría pasarme horas poniendo fotos sobre el lago. Os dejo 3 y os hacéis una idea.






Una vez rodeado el lago, nos adentramos en el bosque. Allí, como ya nos tiene acostumbrado este país, rodeados de árboles, obligándote a dar un paso más si quieres ver un poco más lejos. Vimos muchas mariposas y varias clases de loros, o al menos de colores diferentes, patos y aves de tierra. Difícil de explicar...








Hubo un rato en el que estuvimos perdidos. Hacía tiempo que no encontrábamos ninguna señal. Varias veces tuvimos que elegir un camino porque se nos presentaban varias alternativas. Pero bueno, teníamos muchas horas de luz y no estábamos preocupados, eso hacía más motivante la caminata.

No sé como, pero nos encontramos un par de coches destrozados y quemados en medio del bosque. Uno de ellos tirado en un acantilado. Tenía toda la pinta de que un día hubo ahí un accidente, y ahí se quedó el coche para siempre. Aunque suena raro, no le encontramos otra explicación.

Cuando estábamos acabando ya la ruta, vimos una cría de loro que no podía volar. Intentamos cogerla para acercarla a un árbol y dejarla ahí. Los padres volaban cerca de ella, pero nosotros no pudimos cogerla. Luego pensamos que lo mejor era eso, no tocarla, así que se quedó como estaba, la naturaleza hará su papel.


Cómo es complicado explicar este tipo de viajes, os dejo el vídeo que, aún siendo menos dinámico que el de Moreton, tiene sus cosillas. No refleja en absoluto la realidad, pero sirve para poder haceros una idea. Los que quieran verlo mejor, que se vengan :D



Ver Vídeo

Cuando llegamos a Brisbane de nuevo, nos fuimos directos a la playa de South Bank. Allí estuvimos descansando en el césped bastante rato. Nos encontramos a Stefan y Markus que estaban allí tomando el sol también. Luego nos tomamos una cañas en un bar de al lado donde había música en directo, un rastafari y un tio con una guitarra que animaron a la gente mogollón.

Nos fuimos a casa, nos duchamos y Jason nos dijo que si queríamos cenar en casa de su madre. Cómo no, dijimos que sí :P

Nada más entrar, había a la derecha una mesa con fotos de la virjen y una vela encendida. Cuando íbamos a cenar, la madre de Jason le dijo a Jason algo que no entendí, pero de repente agacharon todos la cabeza y juntaron las manos. ¡JODER! ¡ESTABAN BENDICIENDO! Para mí, la primera vez que asisto a un acto así. Al principio no sabía qué hacer, pero vi que Johanna sólo agachaba la cabeza, y yo hice lo mismo.

Luego, para compensar, repetí 2 veces. Y es que tenía hambre de haber pasado todo el día pateando.

Vuelta a casa y a dormir. Gran día el de hoy...

1 Response to "Capítulo 5 - Brisbane Forest Park"

Anónimo Says :
21 de octubre de 2008, 22:00

Qué chulo el bosque! Me ha recordado a Wollaton Park =)

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