Capítulo 1.9 - Pruebas para el Visado
Capítulo 1, Proyecto Sueño II, Visado 0 Comments »
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El lunes 22 de Septiembre llegué a Madrid. Tren puntual y a las 10:30 ya estaba allí. En poco
más de media hora, llegué al hostal "Miralva". La habitación la acababan de limpiar y estaba mojada por lo que me tuve que esperar unos minutos. El hombre, que por teléfono no me había resultado muy amigable, allí fue de lo más servicial. Me preguntó por mi estancia allí y claro, tuve que contarle un poco de qué iba la historia xD . Se ofreció para señalarme dónde estaban las calles que ese día tendría que buscar. Yo esperaba que me sacara el google maps o algo similar, pero se presentó con un callejero de libro y nos pusimos a buscar. Encontramos la calle del radiólog y la del médico de los análisis, pero no la de la embajada que era una plaza. Me metí en mi habitación. Quizás algo pequeña pero... por 25 euros y para mí solo, ¿para qué quiero más?
Hasta las 17 no tenía el radiólogo, así que, me tumbé un rato y a las 14:20 quedé con Eva para comer . No recuerdo cómo se llamaba el sitio, pero con el hambre que tenía, la ensalada Cesar y el emperador estaban de muerte. A las 16:00 no aguantaba más y tuve que ir a mear. Como digo, a las 17 tenía el radiologo, aproximadamente a las 18 el análisis de orina. Tenía que tener ganas... Supuse que en 2 horas no tendría problemas.
Nos tomamos un cafetico en el "rodilla" y ya era hora de irnos.

Estaba ya en la Castellana (parada del metro Cuzco). El radiólogo era el número 70. Se encuentra fácil. Nada más entrar, parecía una típica consulta privada. Nada extraño de embajadas ni historias. Al final vi que fectivamente, era una consulta privada normal, únicamente tenían los formularios de la embajada y están asociados. El resto, todo
igual. Me metieron en una sala de espera, desde donde veía una puerta con el típico cartel verde anunciando "riesgo de irradiación externa". Ahí tendría que entrar yo. Una vez dentro, el doctor me dijo que me desnudara de cintura para arriba, vamos, que me quitara la camiseta. Le entregué el formulario 160. Me indicó que tenía que apoyar el pecho en la placa naranja esa, con los hombros bajos y que cuando me dijera YA, llenara los pulmones de aire y lo aguantara dentro.
"YA!", 2 segundos y se acabó. Espera fuera que ahora te doy lo tuyo. Cuando salió, me dio una bolsa con una grapa y me indicó que fuera al otro médico (al de lo análisis) con la bolsa cerrada. Antes de irme, aboné los 36 euros que valía la radiografía. Al salir me llamó la atención el cartel que tenían puesto en la puerta de entrada. El de bajo a la izquierda. También me gustó el nombre que se puso el doctor en mi bolsa.
Tenía que dirigirme al número 224 de la misma calle. La clínica está justo pasando las Torres Kio
. Aquí no habí cartel ni cruz ni nada de eso. Número 224 y ya es bastante. En el interfono aparecía "consulta" y "clínica". Toqué el primero de ellos y acerté. La consulta estaba mejor que la entrada al edificio. La chica me dijo que a qué hora tenía cita.
- No tengo cinta, le dije.
- Entones no te podemos atender. Para ello hay que pedir antes una cita...
- Eh.. un momento. Mira, llamé por teléfono, me voy a Australia el día 2 y necesito urgente estos análisis para presentarlos en la embajada y poder hacerme el visado. Acabo de ir al Radiólogo y me dijeron que viniera justo al terminar...
- Ah vale, dime tu nombre.
- Carles Agulló
- Vale sí. Pues... tenemos que hacerte una análisis de orina. ¿Quieres hacerlo ya?
Acepté, pues no aguantaba mucho más. Con la tontería del análisis había bebido mogollón de
agua horas antes. Entré al aseo y le dejé el bote donde me dijo (morbos@) y me salí a la sala de espera.
Mientras esperaba, estuve viendo las típicas revistas que hay en las salas de espera. La mayoría eran revistas del corazón y tonterías del estilo. Pero había otra que era de reportajes y paisajes del mundo. Me encontré con un artículo que hablaba de unas personas que habían editado un libro con los carteles típicos de las ciudades del mundo. Decían que ya tenían excusa para viajar. Buscaban esos carteles, les hacían una foto y ale, al libro, que estaba siendo un éxito. En la revista sólo aparecían 2 ó 3 ejemplos, uno de ellos, era este:
Sí, el típico cartel amarillo del canguro en Australia. Pensé que ya le haría yo una foto a eso también :P
Salió la doctora y para asombro de una chica que esperaba también en la sala, y estaba antes que yo, me llamaron a mi. Una vez dentro, entregué el formulario 26, comentándole que tenía dudas de cómo rellenar alguna pregunta. Me las explicó, me redactó unas líneas en inglés que luego tuve que copiar yo. Me hizo pruebas de vista, de oído, de equilibro... me midió, me pesó. Vamos, un análisis general, pero no me sacó sangre, que es lo que me dijeron por teléfono. Pregunté y me dijo que no hacía falta. A la doctora se la veía con experiencia, le hablé de algunas cosas concretas y las conocía. Tendría unos 45- 50 años (espero que no lea esto, porque para las edades soy malísimo) pero aparentaba nerviosa. ¿Su primer análisis para visados tal vez? No lo creo...
Cuando salí de la sala, no estaba sólo la chica que esperaba antes conmigo, había como 6 personas más. Menos mal que llegué antes de que vinieran todos, si me llego a "colar" con tanta gente...
De nuevo me dieron la bolsa de plástico grapada, ahora con más información y me dijo lo mismo, que no la abriera, que la tenía que llevar a la embajada tal cual se la había dado. Le pregunté por la calle de la embajada, y me dijo como llegar y me orientó. Se cobró los 90 euros y me pude ir. En menos de una hora y media ya había terminado con todo lo del lunes.

Al salir, quedé con Ángela que me llevó a una cafetería molona y a ver algunos sitios de Madrid como el Mercado de Fuencarral. La verdad que es la leche, pero no mola nada estar allí sin pasta.
Así que nos fuimos pronto xD
Ya por la noche quedé con Isa, la viajera de Toronto, que acababa de venir de Ávila. Fuimos a tomar una caña a un barecillo donde te ponían como 3 tapas por cada caña. ¡Qué Caña!
Cuando terminamos y se fue, pensé que necesitaba 290 euros para el día siguiente en la embajada... No controlé eso muy bien, llevaba tarjeta pero claro, era de la CAM. La única que había visto estaba en las Torres Kio. Ángela me buscó otra por internet más cercana que busqué hasta que se me hizo la 1:00 de la mañana. Pensando que el metro cerraba a la 1:30... decidí irme a las Torres Kio y sacar el dinero.
Lógicamente, un lunes, no había ni Dios. Me recordó a mis días en Barcelona cuando, o bien cogía el metro muy pronto para ir a trabajar, o volvía muy tarde de haber estado por ahí. Le hice una foto al metro de Madrid vacío. Me impactó porque horas antes eramos como unas miofibrillas en un músculo, chafados unos contra otros... Será que no soy yo muy de ciudades grandes xD


Vuelta al hostal que al día siguiente tendría que estar a las 10:30 en la Embajada.
Continuará...
Nos tomamos un cafetico en el "rodilla" y ya era hora de irnos.

Estaba ya en la Castellana (parada del metro Cuzco). El radiólogo era el número 70. Se encuentra fácil. Nada más entrar, parecía una típica consulta privada. Nada extraño de embajadas ni historias. Al final vi que fectivamente, era una consulta privada normal, únicamente tenían los formularios de la embajada y están asociados. El resto, todo
- No tengo cinta, le dije.
- Entones no te podemos atender. Para ello hay que pedir antes una cita...
- Ah vale, dime tu nombre.
- Carles Agulló
- Vale sí. Pues... tenemos que hacerte una análisis de orina. ¿Quieres hacerlo ya?
Acepté, pues no aguantaba mucho más. Con la tontería del análisis había bebido mogollón de
Mientras esperaba, estuve viendo las típicas revistas que hay en las salas de espera. La mayoría eran revistas del corazón y tonterías del estilo. Pero había otra que era de reportajes y paisajes del mundo. Me encontré con un artículo que hablaba de unas personas que habían editado un libro con los carteles típicos de las ciudades del mundo. Decían que ya tenían excusa para viajar. Buscaban esos carteles, les hacían una foto y ale, al libro, que estaba siendo un éxito. En la revista sólo aparecían 2 ó 3 ejemplos, uno de ellos, era este:
Sí, el típico cartel amarillo del canguro en Australia. Pensé que ya le haría yo una foto a eso también :P
Salió la doctora y para asombro de una chica que esperaba también en la sala, y estaba antes que yo, me llamaron a mi. Una vez dentro, entregué el formulario 26, comentándole que tenía dudas de cómo rellenar alguna pregunta. Me las explicó, me redactó unas líneas en inglés que luego tuve que copiar yo. Me hizo pruebas de vista, de oído, de equilibro... me midió, me pesó. Vamos, un análisis general, pero no me sacó sangre, que es lo que me dijeron por teléfono. Pregunté y me dijo que no hacía falta. A la doctora se la veía con experiencia, le hablé de algunas cosas concretas y las conocía. Tendría unos 45- 50 años (espero que no lea esto, porque para las edades soy malísimo) pero aparentaba nerviosa. ¿Su primer análisis para visados tal vez? No lo creo...
Cuando salí de la sala, no estaba sólo la chica que esperaba antes conmigo, había como 6 personas más. Menos mal que llegué antes de que vinieran todos, si me llego a "colar" con tanta gente...
De nuevo me dieron la bolsa de plástico grapada, ahora con más información y me dijo lo mismo, que no la abriera, que la tenía que llevar a la embajada tal cual se la había dado. Le pregunté por la calle de la embajada, y me dijo como llegar y me orientó. Se cobró los 90 euros y me pude ir. En menos de una hora y media ya había terminado con todo lo del lunes.
Al salir, quedé con Ángela que me llevó a una cafetería molona y a ver algunos sitios de Madrid como el Mercado de Fuencarral. La verdad que es la leche, pero no mola nada estar allí sin pasta.
Así que nos fuimos pronto xD
Ya por la noche quedé con Isa, la viajera de Toronto, que acababa de venir de Ávila. Fuimos a tomar una caña a un barecillo donde te ponían como 3 tapas por cada caña. ¡Qué Caña!
Cuando terminamos y se fue, pensé que necesitaba 290 euros para el día siguiente en la embajada... No controlé eso muy bien, llevaba tarjeta pero claro, era de la CAM. La única que había visto estaba en las Torres Kio. Ángela me buscó otra por internet más cercana que busqué hasta que se me hizo la 1:00 de la mañana. Pensando que el metro cerraba a la 1:30... decidí irme a las Torres Kio y sacar el dinero.
Lógicamente, un lunes, no había ni Dios. Me recordó a mis días en Barcelona cuando, o bien cogía el metro muy pronto para ir a trabajar, o volvía muy tarde de haber estado por ahí. Le hice una foto al metro de Madrid vacío. Me impactó porque horas antes eramos como unas miofibrillas en un músculo, chafados unos contra otros... Será que no soy yo muy de ciudades grandes xD
Continuará...
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